Recordemos que las empresas deben de llevar contabilidad no para pagar impuestos, sino para tomar decisiones que lo lleven a generar mayores utilidades.
En esta ocasión, en la Empresa XY S.A. de C.V. a finales del año estaban en proceso de que fuera comprada por otra empresa.
En la reunión de cierre fiscal del año, se revisa que gastos o inversiones faltan por pagar para disminuir la base sobre la que se pagarán impuestos.
Esta empresa tenía en diciembre en bancos casi $20 millones de pesos que le acaba de pagar un cliente, y tenía algunos inventarios por comprar para cubrir un pedido que ya tenía en puerta.
Cualquier contador fiscalista, le hubiera sugerido que usara esos $20 millones para comprar la mercancía del pedido siguiente y así “ya no pagaría el IVA”; no obstante, recordemos que los asesores debemos revisar otro tipo de factores y no solo los fiscales para llevar a la empresa a buen puerto.
En este caso le sugerimos dejar ese monto en el banco (aun y teniendo que pagar casi $2.8 millones de pesos de IVA), ya que al tener un cierre de año con ese monto en bancos, los indicadores financieros de la empresa como liquidez y prueba del ácido, mismos que estaban siendo evaluados para la venta de la empresa, la dejarían en una mejor posición para el precio de compra.
Así fue, al final la empresa se vendió por casi $12 millones de pesos más de lo pactado, derivado de los indicadores financieros. Por lo tanto, recuerda no solo evaluar la parte fiscal, ten una visión más amplia de la situación de la empresa.
P.D. Además que los casi $ 3 millones que se pagaron fueron IVA, y lo he dicho miles de veces, el IVA no es tuyo.
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