Ojo con las notificaciones

Recordemos que todos los actos que realice cualquier autoridad es necesario que te los den a conocer de manera fehaciente mediante la notificación. Esta notificación debe seguir ciertos lineamientos y si no se cumple, se entenderá la notificación como no realizada.

En el caso de Abraham, él estaba siendo objeto de una revisión por parte de la Secretaría de Finanzas de su estado, donde le estaban auditando ISR e IVA.

Pues resulta que el día que e iban a notificar el oficio de observaciones, que es el acto con el que culmina la revisión, el notificador no encontró a quien debía de notificar, y siguiendo el procedimiento del Código Fiscal, tenía que dejar un citatorio; sin embargo, como no encontró a nadie, el propio Código señala que dejará el citatorio “en el acceso principal”.

Así lo hizo constar y al día siguiente acudió a notificar, pero como tampoco encontró a nadie, literalmente dejo pegado en la puerta el citatorio y la notificación.

En este caso, existió una ilegalidad en la notificación. Primero, porque el citatorio lo tenía que dejar en el acceso principal, pero el notificador señaló que lo dejó en la puerta; no obstante, esto es incorrecto, ya que no señala si había una puerta o más puertas y cómo se cercioró que ese era el acceso principal, ya que así lo señala el Código Fiscal.

Y luego, en el caso de la notificación, también estuvo mal realizada, ya que el Código señala que cuando no se encuentre a quien deba notificar lo deberá de hacer con un vecino, y si este se niega a recibir lo deberá de hacer por otra vía; sin embargo, nunca le da permiso que si no lo encuentra lo deje pegado en la puerta.

Así se hizo valer y se determinó que estuvo mal realizada la notificación; sin embargo, no por eso ya es ilegal el crédito fiscal, sino lo que hizo valer, fue que como no hubo notificación, nunca se terminó legalmente la auditoría, y por lo tanto se extendió más allá  de los 12 meses que dispone el Código Fiscal, por lo que dicha revisión fue invalidada en su totalidad.