La importancia de no solo evaluar la parte fiscal al momento de iniciar un negocio

Cuando vamos a iniciar un negocio estamos llenos de dudas; y una de las que más miedo nos da es la de cómo me voy a dar de alta en el SAT. Te platico lo que le sucedió a José y a Roberto.

Todo mundo quiere pagar los menos impuestos posibles.

Sabemos que como contribuyentes tenemos la libertad de elegir si queremos tributar como personas físicas o morales y además de ahí, existe una subdivisión llamada regímenes fiscales. Sin embargo, es importante saber que cuando vamos a elegir cómo es que vamos a pagar nuestros impuestos debemos no solo de revisar la pare fiscal de la misma, sino revisar otro tipo de aspectos, tales como si voy a emprender solo o con socios, el tipo de clientes que tendré, el tipo de actividad que desarrollaré, si tendré o no trabajadores, de dónde obtendré el capital o financiamiento para mi negocio, etc.

Por eso cuando vayamos a comenzar un negocio por favor asesórense de la mejor manera y no solo lo hagan pensando en como pagar menos impuestos.

Lo comento por la situación que le sucedió a José y a Roberto. Ellos decidieron comenzar un negocio de carnes. La inversión la pondrián 50 y 50% y el trabajo se lo iban a repartir de la misma manera. Ellos se “asesoraron” y les dijeron que la manera en que pagarían menos impuestos era si uno de ellos se daba de alta como Régimen de Incorporación Fiscal (RIF, que hoy ya no existe); así lo hicieron. José fue quien se dio de alta.

Comenzaron el negocio y les empezó a ir bien, después de 2 años de operarlo ya tenían personal contratados, tenían dos camionetas de reparto, y todo parecía ser miel sobre hojuelas, sin embargo, de repente un día a José lo citaron del juzgado familiar, ya que le estaban demandando la paternidad de un hijo no reconocido. El niño tenía ya 9 años y la mamá buscaba que le pagara de manera retroactiva todo lo que debía. 

Para no hacer el cuento largo, efectivamente resultó que el hijo era suyo y el juez ordenó embargar bienes a José para que hiciera frente a la deuda con su hijo por la pensión alimenticia retroactiva; José no tenía más bienes que los el negocio, todo lo demás estaba a nombre de su esposa, por lo tanto, le embargaron cuentas bancarias y vehículos que eran del negocio pro estaban a nombre de él. Roberto no podía creer que le estaban arrebatando todo lo que habían trabajado por un problema que ni siquiera era de el.

La moraleja de esta historia es que, no solo evaluemos la parte fiscal cuando empecemos un negocio. Efectivamente hacerse RIF era la menos gravosa en tema impositivo, sin embargo, problemas personales pueden inmiscuirse en el negocio como en esta ocasión. 

Nosotros casi siempre por regla general si va a haber socios recomendamos que se forme una sociedad, ya que la sociedad es independiente a los socios; si los socios tienen problemas a nivel personal normalmente no manchan a la sociedad, y si la sociedad tiene problemas también lo más seguro es que no salpique a los socios.